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Volvió el cine y desde la Sociedad Española solicitan voluntarios para sostener la actividad

Así lo expresó en Radio 2000 Carhué Adriana Robilotte, integrante de la subcomisión que trabaja en tal área. “Nos llena de orgullo poder brindar a la comunidad una actividad cultural que, si no es por el Cine Teatro Español, no existe”, expresó.

El letrero del Cine Teatro Español volvió a iluminarse, para dar comienzo a la temporada 2023 de películas. Avatar 2 fue la proyección elegida para estrenar la cartelera que, se espera, pueda sostenerse a lo largo de todo el año.

Adriana Robilotte es integrante de la Sociedad Española y, puntualmente, forma parte de la subcomisión que trabaja con el cine. Respecto a este nuevo inicio, dijo a RADIO 2000 CARHUÉ: “Estamos contentos y entusiasmados con ver cómo es la respuesta de la gente, que siempre es positiva. A nosotros nos llena de orgullo poder brindar a la comunidad una actividad cultural que no existe si no es por el Cine Teatro Español”.

Sobre cómo es la organización para abrir las puertas del cine, Robilotte describió: “Dentro del consejo directivo de la Sociedad Española tenemos una subcomisión que se encarga del cine, pero somos los mismos integrantes del consejo directivo. Parte del consejo se dedica específicamente al cine, como hay otra gente que se dedica al predio que tenemos cerca del terraplén, a la construcción de los nichos en el cementerio, etcétera. Pero todos somos integrantes de la comisión”.

“El cine es lo que más se mueve y lo que más convoca a los integrantes, porque es muy diverso y hay mucha cosa para hacer, no sólo el cine y el teatro. Entonces, cada vez que tenemos algún espectáculo porque nos alquilan la sala, todo eso está trabajado por la gente de la subcomisión, y todos estamos al tanto de todo. Pero no todos trabajan con las funciones específicamente”, añadió.

“Culturalmente es una actividad muy linda. De hecho, tenemos muy buena respuesta del público carhuense y de la zona porque, la verdad, que al cine viene gente de toda la zona”, resaltó Adriana en contacto con el programa REBELIÓN EN LA GRANJA (lunes a viernes a las 11.00).

La cartelera suele incluir -aunque no es excluyente- películas para adultos, usualmente los días sábados, y funciones infantiles los domingos. Justamente, para las proyecciones infantiles la Sociedad Española distribuye entradas en las escuelas y jardines de la ciudad. “Hay muchos chicos que, si no fuera por eso, no conocerían el cine. Hasta en eso pensamos. En la posibilidad que muchos no tienen de acceder a un espectáculo así”, valoró la integrante de la comisión.

“Generalmente también, cuando estamos en nuestras mejores épocas, tenemos función los sábados con películas para adultos y los domingos una función infantil. Ahí vemos la validez social y cultural que tiene el cine para muchos chicos que, sí, miran dibujitos… pero las películas son otra cosa. Esto hace que vaya la familia, van los hermanitos. Es diferente a estar en casa viendo una serie y ellos mismos lo dicen. Les ves las caritas y es un placer saber que les estamos brindando una oportunidad cultural a la que, de otra forma, no tendrían acceso”, puso de relieve.

En cuanto a cómo eligen las películas, describió: “En general buscamos dentro de las películas a las que podemos acceder, tratando de que tengan buena crítica y que sean taquilleras. Las dos cosas. Hemos tenido algunos años que dábamos buenas películas, pero que no eran taquilleras y a nosotros poner en funcionamiento el cine nos implica prender ocho calefactores, pagar horas a la persona que limpia, el gasto de luz, mantener el kiosco con las cosas indispensables… no podemos darnos el gusto de que vayan 20 personas, porque no nos alcanza para los gastos”.

La temporada de cine suele extenderse durante el otoño, invierno y parte de la primavera. En meses de verano, se opta por otra modalidad también muy exitosa: el Choricine. “Es con entrada libre y gratuita. La gente no tiene ningún tipo de gastos. Nosotros tenemos la cantina para tener algún tipo de ingreso y vas con tu reposera. Generalmente elegimos noches con pronóstico de clima lo mejor posible y es un evento al que van familias enteras y pasan una noche hermosa. En la zona tiene una repercusión enorme”, reflexionó Adriana.

“El verano pasado pudimos hacer uno sólo. Nos reclaman más, pero nos requiere una semana entera de organización y no es tan fácil de armar. Pero sabemos que es una tradición en Carhué, que está re contra instalada y Turismo nos incluye en la grilla oficial, para que no se superponga con ninguna otra actividad”, sumó.

En busca de voluntarios: “Nos gustaría continuar con el cine”

En otro tramo de la conversación, Adriana Robilotte fue consultada acerca de la dedicación de tiempo que implica poder brindar a Carhué la posibilidad de contar con un cine activo como propuesta social y cultural. En este sentido, expresó que son varias las tareas a realizar y pocas las personas que las realizan, lo cual condiciona la continuidad de la actividad, que es el deseo de la Sociedad Española.

“Estamos viendo qué pasa con la continuidad del cine. El hecho de ser pocos y tener que dedicarle todos los sábados, todos los domingos e incluso algún viernes es difícil. Si largamos películas todas las semanas, sabemos que las mismas personas tenemos que estar todos los fines de semana dedicados al cine, y no es fácil. Todos tenemos una vida personal que nos demanda otro tipo de cosa. Por eso el año pasado dimos unas pocas funciones y este año estamos viendo cómo seguimos”, relató Robilotte.

“Nos está resultando complejo, no por una cuestión económica. Nosotros con los equipos que tenemos ahora podemos seguir operando, pero tenemos la carencia del recurso humano que es donde en este momento está nuestra mayor dificultad”, prosiguió.

Asimismo, solicitó que se acerquen a la comisión quienes estén interesados en contribuir para que el cine siga siendo una opción para Carhué: “Me gustaría que busquemos la manera de acompañarnos. No necesariamente tienen que ser miembros de la comisión, pueden ser colaboradores que vayan a cortar la entrada, a atender el kiosco, a hacer pochoclos…”

“No es sólo abrir y cerrar el cine. Proyectar una película tiene, por lo menos, cinco actividades diferentes. La proyección, vender entradas en la boletería, cortar los tickets en la entrada a la sala, atender el kiosco, hacer y vender los pochoclos. Mínimamente tenemos que ser cinco o seis personas por función. A veces no alcanzamos a completar los equipos para abarcar todas las tareas”, detalló.

“Cualquiera que se quiera sumar, simplemente tiene que buscarnos a alguno de la comisión o ir al Cine a ofrecerse y va a ser hiper bienvenido. Nada de lo que se hace es demasiado complejo. Cortar tickets, vender los pochoclos que hacemos a la tarde… es cuestión de voluntad y de querer sumar un poquito de esfuerzo para que la actividad pueda tener continuidad”, pidió.

“Ahora con el tema de las plataformas tenemos la posibilidad de acceder a películas. Pero no es lo mismo. Por más pantalla gigante que tengas en tu casa, no es lo mismo que ir al cine como una tradición, que implica un plan diferente, una salida, ver la película en una pantalla hiper grande con un proyector como corresponde. Estamos queriendo mejorar la calidad del servicio que prestamos. Pero, para que podamos hacer una inversión en un proyector nuevo, necesitamos generar el ingreso, y eso se hace justamente con las entradas. Si dejamos de dar funciones, no vamos a tener ese ingreso… es como un círculo vicioso que nos está atando de manos”, redondeó.

ADRIANA ROBILOTTE. Integra la comisión directiva de la Sociedad Española y la subcomisión de Cine.

“Nos emociona ver la sala llena”

Hace pocas semanas, Fundación DAC se acercó a Carhué a instancias de diferentes instituciones educativas, a fin de proyectar a estudiantes de secundaria la película “El secreto de sus ojos”, premiada con un premio Oscar, y debatirla con el actor Mario Alarcón. En las dos funciones, la sala estuvo repleta.

 Sobre esta oportunidad, Adriana Robilotte rememoró: “Hace diez días vino un grupo de gente a proyectar una película argentina de hace algunos años y fueron los alumnos de todas las escuelas secundarias. Se llenó el cine en la función de la mañana y también en la función de la tarde. Sacamos fotos y cuando las mirábamos todos nos emocionábamos, pensando que esto no puede desaparecer. Es una tradición y queremos darle continuidad. Forma parte de la cultura carhuense”.

La anterior ocasión en que la sala se vio colmada, fue el año pasado con la película Argentina 1985. “Teníamos planeado dar una función, terminamos dando dos, y no recuerdo si no hubo una tercera. Prácticamente llenamos. Son esos hitos del cine que todo el mundo quiere ver. Hace cinco o seis años dimos Mamá se fue de viaje y rechazamos gente. Pusimos sillas en los pasillos y aún así nos quedamos sin lugar. Eso es una película taquillera que, quizás, no es profunda, pero todo el mundo la quiere ver, porque tiene actores convocantes y quién se la pierde”, dijo Adriana. 

Finalmente, al ser preguntada sobre el inmenso mural que los artistas Irene Ciunel y Rodolfo Tissera montaron en las paredes exteriores del Cine Teatro, Adriana Robilotte contó: “Yo no me canso de mirarlo. Es un homenaje a los inmigrantes que empezó hace unos años sobre Moreno y a fines del año pasado elegimos darle continuidad. En enero empezó la actividad de Irene Ciunel y Rodolfo Tissera, que han dejado un lujito y una huella imborrable, en esa pared que no era nada fácil por el tamaño y por el estado”.

“Lograron una obra de arte. Yo me emocioné cuando vi que estaba pintando a su papá, porque la imagen la sacó de una foto real de su papá, su abuela y sus tíos cuando llegaron a Argentina. Esas cosas que, si no conocés el trasfondo, no las terminás de entender. Por eso queremos hacer una buena inauguración explicando lo que significa cada una de las imágenes del mural. De hecho, vamos a implementar un código QR para que se pueda ingresar y leer la historia, el significado del mural”, finalizó Adriana Robilotte. (Cambio 2000)

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