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“Por las agresiones que estamos recibiendo queda sin efecto la posibilidad de que quienes tenían a Panchita puedan visitarla”, afirmó la directora de Proyecto Carayá

Alejandra Juárez difundió un texto en el cual expresa que personas de Carhué “nos atacan diariamente en las redes”. Asimismo, dijo que la denuncia fue realizada por turistas que comieron en la parrilla.

ALEJANDRA JUÁREZ. Directora de Proyecto Carayá.

Alejandra Juárez, directora de Proyecto Carayá que es la reserva de Córdoba donde se encuentra Panchita, difundió un comunicado dirigido a “las personas de Carhué que diariamente nos atacan en las redes”, el cual fuera difundido en las redes sociales de Radio Universo.

En el mismo, Juárez explica que ellos no pueden “devolver a la carayá judicializada Panchita” y que se enteraron de su posible llegada “por las puteadas de ustedes”, en referencia a los vecinos de la localidad.

Asimismo, repara en algunos aspectos que se conocieron a partir de un material que difundió Proyecto Carayá. Por ejemplo, expresa que “cuando decimos mal alimentada, no se refiere a que no le daban de comer, sino que recibía comida inadecuada. La gente no sabe cuál puede ser la dieta adecuada” y que “cuando se dice que padece atrofia de miembros de vieja data, ya hacía un tiempo que lo padecía, nos fue confirmado”.

En el texto, la directora también explicita quién hizo la denuncia: “turistas que comieron en la parrilla”. En igual orden, aclara que desde Carayá son “depositarios judiciales” y advierte: “si creen que los bardeos nos van a asustar, están equivocados; sólo han logrado que cortemos contacto con quienes tenían a Panchita y se solicitara intervención judicial”.

“Cuando un animal es decomisado por tenencia ilegal, los depositarios no tienen la obligación de informar, mantener contacto o permitir la visita al animal judicializado. Nosotros en todo momento estuvimos abiertos al diálogo e inclusive propusimos que la podían venir a ver”, continúan y añaden que “esta situación a partir de este momento queda sin efecto, como consecuencia de los ataques injustos e injustificados”.

Y apuntó contra un miembro de la familia Sallago: “lamentablemente, uno de los miembros familiares estaría incitando estas agresiones. Con estas actitudes perjudicaría a sus abuelos de que continúen teniendo noticias de la mona”, agregando que “estaría mal asesorada”.

Acto seguido, Alejandra Juárez plantea que “el lugar que recibe el animal incautado no oficia de guardería privada para los ´dueños de la mona´, porque sería muy conveniente, con atención veterinaria, alimentación, etcétera, y que cuando le agarren ganas de ver a la monita vayan a visitarla ahí”.

“Nuestro centro no lucra con los animales. Sí existen visitas no invasivas a tres grupos de mono en libertad, de más de 160 monos en la Reserva. Son solo observados unos 30 que pertenecen a los grupos mencionados. Somos una ONG sin apoyo estatal y debemos alimentar, cuidar y proteger a los primates del Centro”, enfatiza.

Y finaliza: “Lo único que podemos hacer es solicitar la transferencia de Panchita a otro lugar, sea zoo habilitado, o a la institución que la justicia decida; y es un tema que estamos evaluando de seguir las agresiones que estamos recibiendo. Tener un animal silvestre como mascota es ilegal y defender el tráfico es inmoral”.

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