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Lucia Carranza presentó “Huellas”, su libro de cuentos

Un importante marco de público acompañó la presentación, en la Casa de la Cultura, de la recopilación de los textos en los que la escribidora carhuense trabaja desde 2020.

CARHUË (Cambio 2000).- La noche del viernes 27 de octubre fue la elegida para que Lucía Carranza presentara “Huellas”, el libro que recopila algunos de los cuentos en los que trabajó desde el año 2020.

Organizado por el Taller de Lectura “Los Disfrazados”, ante un importante marco de público y en un cálido evento que contó con Irene Barrueco como maestra de ceremonias, la escribidora -como ella se autodefine en su rol de autora- conversó con las moderadoras, Nélida Rodríguez y Laura Ruiz, y respondió preguntas del público.

En primera instancia fue Nélida Rodríguez quien trazó un análisis del libro, que compila más de 20 textos. “Quiero hacer un pequeñísimo análisis de su libro que, a mí particularmente, me gustó muchísimo. Sobre todo, la enorme diversidad de los textos. Me sorprendo y me voy a seguir sorprendiendo con los textos de Lucy, porque son de una riqueza impresionante”, comenzó.

NÉLIDA Y RODRÍGUEZ Y LAURA RUÍZ. Oficiaron de moderadoras del evento que se desarrolló en la Casa de la Cultura de Carhué.

“Escribe no sólo haciendo referencia biográfica, que los que hemos transitado y andado cerca de ella en la vida conocemos esos detalles. Entonces hay cuentos que tienen mucho de biográfico. Hay cuentos que tienen mucho humor. Hay uno que es desopilante, que particularmente me gustó mucho. Hay dos: Inicios y El bastón del ciego y la matemática, que son realmente interesantísimos”, detalló.

Asimismo, valoró que “no son sólo biográficos, pero en los que lo son, hace referencia a sus viajes a Ushuaia, donde vive su hija Malu. Eso viajes que los cuenta ella tan bien, además de contar lo suyo, hace que nosotros podamos valorar, apreciar y sorprendernos con lo que ella escribe”.

En esta línea, la presentadora refirió que el libro “hace mucha referencia también a lo local. Hay cuentos que hablan de las salinas. Hay un cuento que a mí me gusta mucho, en el que hace referencia con un orgullo familiar y un sentimiento, a una abuela, que era muy particular. A mí me llegó, me tocó alguna fibra”

“Sus cuentos son una mezcla de fantasía, de realidad, de surrealismo, porque hay cuentos que yo perdía el eje un poco, hasta darme cuenta de que era eso, no había que buscarle mucho más. La pequeña Guardiana de la Luna Roja es de una ternura que no se pueden imaginar. Realmente es muy lindo. También en un cuento apela a la tecnología. Raro, porque no es fácil encontrar un cuento atractivo que hable de la tecnología. Estoy hablando de La melopea del hacker. Algunos trágicos, como El 15 de octubre, que a mí me pareció de gran riqueza textual”, continuó.

Y finalizó: “En los cuentos que les hablé, de Lucy, cambia el lenguaje de manera tan inteligente. Cuando habla de temas gauchescos, naturalmente usa los términos correspondientes. Cuando habla de los aborígenes o los pueblos originarios también. Al final del libro hay una referencia a las palabras aborígenes que ella ha utilizado. Mi recomendación es que no se pierdan ese libro, porque realmente vale la pena”.

Lucía, una “escribidora”

LUCÍA CARRANZA. Ante un buen número de personas presentó su primer libro de cuentos, Huellas.

Acto seguido, ingresó a la escena -un íntimo living- la propia Lucía. Habló sin prisa, pensando en sus palabras, elaborando las respuestas a las preguntas que le proponían las moderadoras. Durante la noche, Marina Baratcabal leyó “El séptimo” y se compartió una proyección de “En cuerpo ajeno”, dos de los textos que integran “Huellas”.

La primera pregunta fue por qué escribe, ante lo cual Lucía contó al auditorio que su visión no es óptima y que hizo rehabilitación en el Centro Luis Braille de Bahía Blanca. “Escribo porque es un desafío, realmente. Cuando perdí la visión -yo veo algo, no es que no vea nada- tuve un tiempo de inactividad bastante grande. Cuando hice rehabilitación y comencé a manejar de nuevo la computadora, empecé a plantearme ‘ahora qué hago’. Me acordé que cuando era chica todos me decían que escribía bien, y dije ‘voy a escribir’. No tengo mucha historia”, señaló.

Asimismo, explicó el motivo por el cual se considera “escribidora”. “Por eso corregí, no soy escritora, de ninguna manera. Para eso se necesita oficio, mucho estudio, y yo no lo tengo. Empecé a escribir en el 2020. El primer cuento lo escribí en noviembre o diciembre de 2020”, definió.

Ante la pregunta de si la pandemia ayudó a la escritura, Lucía Carranza señaló: “No sé si ayudó la pandemia, porque ya había largado. Cuando empecé a hacer la rehabilitación en el Braille pensé en qué hacía el resto del día. Empecé a cursar en la Universidad Nacional del Sur algunos cursos de historia. ¿Ayudó la pandemia? No, a nadie ayudó la pandemia”.

En referencia a su rutina para escribir, la autora detalló que se ordena para escribir. “No es que, de pronto, se me ocurrió una idea. Más o menos, un promedio, para hacer un relato, hay un día, dos días que pienso. Un día, día y medio que escribo. Después lo dejo, reviso. En cinco días más o menos es mi organización”, describió y expresó que “es por voluntad mía, no es que de pronto se me ocurre una idea en la calle y me largo a escribir esa idea. No, de ninguna manera. Yo me propongo escribir y escribo”.

La siguiente pregunta de las moderadoras fue si se consideraba una intelectual, ante la cual Lucía fue categórica: “No, para nada. Sí creo que soy muy curiosa, pero no, para nada. He leído toda mi vida. En mi casa éramos chiquitos y leía todo el mundo, pero de ninguna manera, no soy una intelectual”.

“Yo tuve que trabajar mucho. Antes de trabajar mucho, milité mucho, en muchas cosas. Yo creo que arranqué como catequista en algún lado, en la escuela secundaria. O sea que siempre tuve actividad militante. Después milité políticamente, gremialmente. Todo lo que dijo Irene en la presentación y algunas cosas más. Pero no soy una intelectual, ni tengo formación intelectual, ni tengo formación literaria tampoco”, agregó.

“Me gustaría mucho que los jóvenes leyeran este libro”

ESCRIBIDORA. Así se definió Lucía Carranza, quien contó aspectos de su obra y cómo nació.

En otro tramo de la presentación, la charla giró en torno al libro y sus cuentos. Ante la pregunta de por qué se llama “Huellas”, Lucía Carranza explicó: “porque pensé que todos los humanos dejamos una huella en el camino, algo muy obvio. Pensé el camino, el sendero, y de pronto me empezó a sonar huellas. Y, de pronto, se llamaba ‘Huellas’. Todos dejamos algún tipo de sello”.

La tapa del libro, de colores celestes y azules, muestra una fotografía del sulfato de sodio en el Lago Epecuén. En él, pueden observarse una serie de pisadas que trazan un camino. Sobre esta tapa, Carranza dijo: “la foto original se la debemos a un carhuense, Pablo Vallejos. Es una foto excelente. Después trabajaron entre Tati, mi hermana, y Pablo, modificaron… del diseño no soy responsable. Me gustó, lo elegí, me gustan esas huellas que se ven caminando y está presente el salitre”.

En referencia a sus cuentos, Lucía señaló: “Yo me alejo de la literatura citadina, por ejemplo. No soy muy amiga de la literatura de las grandes ciudades. Me gusta mucho lo regional, las distintas regiones, las cosas que pasan en el interior del país a mí me fascinan. Las cosas que pasan en Carhué también son fascinantes. Pero no quiero hablar mucho de Carhué, porque me va a pasar como a un señor que se llama Puig, que terminó con problemas… Siempre se puede hacer, uno tiene las raíces acá, y Carhué está presente, Epecuén está presente en todos nosotros. Es inevitable”.

Uno de sus cuentos, Séptimo, compartido durante la noche, toma como referencia la leyenda del séptimo hijo varón. Sobre este texto, la autora detalló: “Fue un desafío, porque cuando lo escribí estaba cursando algo en Bahía Blanca. Nos pidieron que escribiéramos algo sobre alguna leyenda o algún cuento tradicional, así creo que lo llamaron. Todo el mundo sacaba Caperucita Roja, Hansel y Gretel… hablaba de los cuentos europeos y yo digo ¡estamos todos locos! Yo busqué la leyenda del lobizón, que es medio universal. No es únicamente nuestra, pero para nosotros tiene un significado muy importante y lo del séptimo hijo varón está muy arraigado. Por ahí viene la cosa”.

Al ser consultada sobre el público al que se dirige el libro, Lucía expresó: “Supongo que el público es un público adulto en general y al que le guste escuchar. Hay algunos cuentos que son más difíciles de interpretar, o tienen varias interpretaciones, y hay otras cosas más sencillas. Es muy diversa la escritura que tengo”. Asimismo, refirió específicamente al público joven: “me gustaría mucho que los jóvenes leyeran, pero a lo mejor necesitan un autor joven también”.

“Podría editar otro libro”

BUEN ACOMPAÑAMIENTO. Un interesante marco de público se acercó para la presentación de Huellas, de Lucía Carranza.

Los planes a futuro fue otra de las consultas de Nélida Rodríguez y Laura Ruiz a Lucía Carranza, quien afirmó que “podría editar otro libro”.

En ese sentido, expresó: “Tengo mucho material. Los cuentos están, falta armarlo” y explicó por qué elije escribir cuentos: “es porque para mí el cuento tiene una perfección… es como la poesía, que tiene una identidad especial. El cuento empieza y termina, o no termina, pero es como un jueguito perfecto”.

“La novela, de pronto, se dispersa más, es otra cosa. Empecé a escribir una novela, pero el tema de la visión me jugó en contra, porque de pronto había armado tantos caminos y, al no ver correctamente, tengo que andar buscando para ir para atrás y modificar. Ahora que tengo más herramientas, podría escribir una novela. Pero los cuentos me fascinan”.

En cuanto a sus autores favoritos, enumeró: “A Borges lo leí desde la infancia prácticamente. Me gusta mucho la literatura del sur de Estados Unidos, ese gótico sureño, lo llaman. Pero no es lo único, por supuesto. Me gusta Italo Calvino. De Argentina, Saer me fascina, Di Benedetto. Más cercano, Piglia, Kohan me divierte mucho. De los nuevos, Samanta Schweblin me gusta, por ejemplo”.

A la hora de elegir alguien más con quién escribir, Lucía eligió a Julio Cortázar: “¡Es muy difícil escribir con otra persona! Me hubiera gustado conocer a Cortázar. Fue mi amor de niña, me hubiera gustado conocerlo y, a lo mejor, con él hubiera podido escribir”.

Respecto a qué consejo le daría a un novato, Lucía se definió a sí misma como una de ellas: “¡Yo soy una novata! Le diría que hay que leer mucho. Hay que hacer lectura sostenida, planificada y, si quiere llegar a escritor, tienen que estudiar también”, expresó.

También recomendó leer a Isabel Allende cuando a una persona le cuesta engancharse con la lectura. “He tenido períodos llenos de trabajo y cuesta enganchar con un novelón. Ahora estoy leyendo un novelón que me está costando, Terra Nostra, de Carlos Fuentes, mexicano. Me está costando, pero me gusta mucho lo que estoy leyendo”, señaló.

Asimismo, contó que, por su visión reducida, cuenta con distintas herramientas en la computadora y el teléfono que la ayudan. “Cuando yo digo que leo, estoy escuchando. Tengo muy incorporado que estoy leyendo, pero escucho, tengo lectores en el teléfono, en la computadora. Yo no puedo leer, pero tengo lectores en la computadora bastante buenos, que me van leyendo”, describió.

Y retomó: “Yo he recomendado muchas veces para leer a Isabel Allende, porque te enganchás rápidamente. Cuando te cuesta entrar, por lo menos es mi receta, leo a Isabel Allende. La leo rápido, aprendo algo, es muy interesante, y después sigo con otra cosa. Es una autora que yo recomendaría”.

La autora de Huellas se identificó, ante la propuesta de las moderadoras, con un personaje de Juan José Saer. Al respecto, explicó: “Hay un libro de Saer, El Entenado, que tiene un personaje que llegó a América, estuvo prisionero, estuvo entre los indios charrúas mucho tiempo, vuelve a Europa y allá empieza a educarlo alguien y empieza a leer y escribir de grande, aprende para contar lo que ha visto en América. Es un libro fascinante y con ese personaje me identificaría”.

MAURICIO IGLESIAS LE PUSO MÚSICA A LA VELADA. Cantó folklore surero al son de su guitarra.

Finalmente, la velada también contó con preguntas del público, entre quienes hubo afectos, ex alumnos, y compañeras de militancia. Asimismo, coronaron la noche el sorteo de un ejemplar de su libro entre los presentes, la presentación de Mauricio Iglesias, quien canta folklore surero al son de su guitarra, y un ágape ofrecido a los participantes.

El recorrido de la autora

Lucía Carranza nació en 1950 en Carhué, en el oeste de la Provincia de Buenos Aires, donde actualmente reside. Allí hizo sus estudios primarios y secundarios; y en el Colegio San José recibió el título de Maestra Normal Nacional. Siguiendo su vocación por las ciencias exactas y naturales, cursó los primeros años de Ingeniería Agrónoma en la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca.

Allí, a inicios de los años 70, entró en contacto con los Curas del Tercer Mundo, y marchó a trabajar bajo la órbita del Obispo de Nevares en una escuela hogar cordillerana, en la Reserva Indígena de Pampa del Malleo, Departamento de Huiliches, Neuquén.

En 1976, volvió a Carhué con su hija Malu; y retomó el trabajo docente, desempeñándose como Profesora de Matemáticas en el nivel secundario, en el Instituto San José y el Colegio Nacional “Tte. Gral. N. Levalle”. Paralelamente, prosiguió su capacitación y estudios en el área.

Inició entonces una activa militancia política y gremial. Fue co-fundadora del Centro de Educadores del Oeste, desde el cual lideró el proceso de sindicalización de los docentes de escuelas secundarias de varios distritos en esta región de la provincia; este centro llegó a ser sindicato de base de la CTERA, y en 1985 pasó a conformar la base del SUTEBA. Aquí se desempeñó por largos períodos como Secretaria Gremial y General de la Seccional Adolfo Alsina.

En estos puestos, y fiel a sus convicciones, defendió la escuela pública, los derechos de los trabajadores, y los DDHH en general.

Jubilada como docente por la pérdida de la visión, comenzó un período de rehabilitación en el Instituto Braille de Bahía Blanca. Paralelamente realizó cursos presenciales en la UNS, de Historia y de Literatura Argentinas, satisfaciendo con esto otros aspectos de su amplia vocación.

A partir del 2020, con la pandemia, inició cursos virtuales de Escritura y Lectura, que realiza permanentemente hasta la fecha. Escribió su primer cuento en el año 2020. (Cambio 2000)

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