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Se incorporó al espacio a otro detenido desaparecido en la ciudad: Alberto Orlando Barciocco. Y se repudiaron los dichos vertidos en el recinto del HCD por los concejales Jorge Apud y David Rodas.
CARHUÉ (Cambio 2000).- A 48 años del golpe genocida que marcó el inicio de un período de la historia argentina signado por la violencia, el terror y la vulneración de derechos, el domingo hubo marchas y actos de reflexión en distintos lugares del país, en los cuales, con gran carga simbólica se reforzó el pedido de justicia siempre vigente en la sociedad y se puso en valor la democracia, con el insistente pedido de Nunca Más.
En Carhué, la Plaza de la Memoria, ubicada en Ramón Razquin y Avellaneda fue como cada año el lugar donde vecinos y vecinas se congregaron para recordar la fecha, así como para incorporar al espacio a otro detenido desaparecido nacido en la ciudad: Alberto Orlando Barciocco, secuestrado de su domicilio el 23 de mayo de 1976, y asesinado junto a su familia; y repudiar los dichos vertidos en el recinto del HCD por los concejales Apud y Rodas.
Allí, se dio lectura al documento emitido por la Comisión de la Memoria local, a la declaratoria emanada del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, y a un documento del SUTEBA Adolfo Alsina, tras lo cual se presentaron bandas locales y se proyectó un video.
Después del acto, la presidenta de la Comisión de la Memoria, Cristina Domínguez, dijo a CAMBIO 2000 que “en este contexto político, social y económico tan complejo, en el cual desde las más altas esferas del poder se vienen mostrando signos de violencia, es muy bueno detenerse a pensar juntos sobre el rumbo que lamentablemente va tomando la sociedad y qué es lo que queremos”.
“Creemos que los derechos humanos son fundamentales para el desarrollo, y vamos a sostener eso luchando por nuestros valores y banderas; y reunirnos para reflexionar al respecto, es una manera de hacerlo”, precisó.
Destacó después que “se pone en duda si fueron o no 30.000, y si bien la cifra ni siquiera debería discutirse, porque esto no es cuestión de números, invito a pensar en cuántos desaparecidos tenemos, oriundos de nuestro Distrito. Eran cinco; recientemente se ha incorporado el sexto: Alberto Orlando Barciocco, perteneciente a la familia Pauwels, nacido en Carhué en 1935, desaparecido en El Palomar en 1976, y asesinado junto a su esposa y su hija; y hemos tomado conocimiento de otras dos personas más: Lilian Nilda Fernández Menvielle, cuya madre era de apellido Plaul, nacida en Rivera el 13 de noviembre de 1947, y desaparecida cuando tenía 30 años; y Simón Pedro Campano Mosquera, nacido el 18 de febrero de 1946 en Colonia Santa Mariana”.
“Si estamos hablando de que en un distrito pequeño en su cantidad de habitantes como es Adolfo Alsina, contamos con ocho desaparecidos hasta el momento, no puede ser que nieguen que son 30.000”, manifestó Cristina Domínguez.
En ese mismo orden, cabe destacar que en el acto, Gisela Leonhardt dio lectura al documento elaborado por la Comisión de la Memoria local, a través del cual se repudian “los dichos negacionistas de los concejales Jorge Apud (de Juntos) y David Rodas (de La Libertad Avanza) en el recinto del Honorable Concejo Deliberante, que pusieron en duda la cifra de los 30.000, alegando que es una cifra mentirosa, que fue utilizada, y que es una discusión de nunca acabar”.
El documento menciona que “queremos informarles a estos ediles, ya que muestran un profundo desconocimiento, o mucha mala fe e irresponsabilidad histórica, que sólo en nuestro Distrito, hasta ahora hay seis vecinos desaparecidos, de los cuales sólo se encontró un cuerpo; que existen datos oficiales reconociendo que existieron 762 centros clandestinos de tortura y desaparición”.
“Que sólo entre las personas que pasaron por la ESMA, Campo de Mayo, La Perla, El Vesubio y el Club Atlético, suman 15.000 desaparecidos documentados; y que en documentos desclasificados por Estados Unidos y publicados por Alconada Mon en el diario La Nación, se reconoce que en 1978 ya había 22.000 desaparecidos, faltando cinco años de dictadura”.
El documento continúa indicando que “la cifra de 30.000 es aproximada y muy probablemente insuficiente, porque a más de 40 años de semejante aberración ejecutada por el Estado, siguen apareciendo datos y denuncias de desaparecidos; y que el hecho de no tener cifras exactas es absolutamente responsabilidad del Estado, que accionaba de manera clandestina e ilegal, ya que si consideraba algunos actos delictivos, el deber legal y correcto hubiese sido detener y llevar ante la justicia a las personas sospechadas, pasando por todos los actos del debido proceso”.
“Consideramos que es una provocación y una falta de respeto al dolor que hemos sufrido como Nación; y en nuestro querido Distrito, condenamos el negacionismo e invitamos a conocer nuestra historia, para que no se repitan los hechos que nos han sumergido en el atraso, la imperdonable desigualdad, el individualismo, y el no compromiso que siguen proponiendo los mismos de siempre, que ya estuvieron e impusieron sus ideas y fracasaron dejando un país inviable”, finaliza el documento. (Cambio 2000)
