|  

Carhué: La murga Gambeteando la Violeta fue reconocida en sus 20 años

Su mentor, Federico Uribe, repasó su origen y su intensa trayectoria, haciendo referencia también al presente y expectativas.

CARHUÉ (Cambio 2000).- El Centro Murga Gambeteando la Violeta fue merecedor de un reconocimiento durante la celebración del 146° Aniversario de la fundación de Carhué, por haber cumplido sus 20 años de existencia, en julio de 2022. Por tal motivo, CAMBIO 2000 repasó la historia de la agrupación de la mano de su mentor, Federico Uribe, quien recordó la etapa del inicio, su destacada trayectoria, así como habló de su tiempo presente.

“El nacimiento de la murga tuvo que ver con una inquietud personal, ya que siempre estuve ligado a la música, más que nada a la percusión, e incluso tuvimos algunos antecedentes, previo a lo que fue Gambeteando la Violeta, como fue alguna comparsa que armamos para carnaval, que se llamaba Escalofríos.  En ese tiempo, Nico López, que había organizado el baile de egresados, tuvo la iniciativa de armar la comparsa con lo que había sobrado de ese evento”, recordó Federico Uribe.

“Al año siguiente -prosiguió-, armamos otra, pero luego me fui a estudiar a Buenos Aires y allí, en el Centro Cultural Rojas, daban un curso con un referente de lo que es la murga porteña, que es la de baile. Me anoté, y conocí a unos chicos referentes de una murga de Lugano, que resultaron ser, por escándalo, los mejores tres bailarines de murga de Buenos Aires. O sea que sin saberlo, tuve la suerte de vincularme con las personas indicadas”.

“Empecé a participar de la murga de ellos, que se llamaba Apasionados de Lugano; y en julio de 2002, los invité a Carhué durante un fin de semana largo, en que justamente se celebraba el día del amigo. Junto a tres de los directores de esa murga nos vinimos en tren, con el objetivo de que me ayudaran a armar algo en nuestra ciudad, y así nos juntamos para un primer encuentro en la cancha de básquet al aire libre que tiene Racing Club”, recordó Federico.

“Ese fue el inicio de una larga sucesión de ensayos que se fueron haciendo esporádicamente a lo largo de todo el año, hasta que en verano, estando yo en Carhué, arrancamos más de firme. Ahí pasamos de ser 20 a ser 130 personas en 15 días. Entonces, merecíamos seguir adelante, aunque después hubo gente que siguió y otra no; pero fuimos los suficientes como para presentarnos por primera vez en los carnavales”, contó Federico Uribe.

“Después, por cuestiones de inquietudes, y en el intento de superarnos día a día, entendiendo que en el género de murga porteña, que es bastante tradicional, el piso y el techo están bastante cerca, planteamos a buscar la forma de hacer algo distinto, o a nuestra manera. Por eso empezamos a fusionar cosas, y de hecho salió la posibilidad de hacer un desfile de murga argentina, con un escenario de murga uruguaya”, señaló.

“Creo que somos la única murga del país que ha hecho eso, porque se trata de dos laburos totalmente distintos metidos en el mismo espectáculo. Eso fue en los años 2012, 2013, 2014 y 2015, que fue nuestro punto más alto, cuando nos encontrábamos, sin dudas, entre las mejores murgas de la Argentina, porque los referentes nos encontrábamos con una maduración importante en lo que es el género; tomamos decisiones algo más correctas que al principio, y la camada que acompañaba estaba físicamente a pleno, trabajábamos mucho, y todo se daba como para poder estar en esa posición”, puso de relieve.

Las actuaciones de mayor relevancia

Sobre las actuaciones de mayor relevancia que registra la murga, Federico Uribe mencionó que “hemos tenido varias, pero entre las importantes se encuentra el Centenario de Saladillo; los 100 años de Alcorta, provincia de Santa Fe; el Centenario de Las Flores; el cierre de Tecnópolis; el carnaval de Lincoln, para el que fuimos el único espectáculo contratado; porque allí, sin contar las bandas que tocan, fuimos los únicos que tuvimos contrato en la historia de ese carnaval artesanal, que es el más importante del país”.

“También hemos tenido otras presentaciones importantes, como el carnaval de Santa Fe, en un corsódromo enorme; así como en Córdoba; y la verdad es que en todo el circuito de murgas de Buenos Aires nos respetaban mucho y nos conocían, aun habiendo ido muy poco, porque entre los murgueros destacados nos mencionaban, lo que para nosotros ha sido más que importante”, resaltó.

El mentor de Gambeteando la Violeta, destacó además que “como grupo, entre otras acciones de trascendencia, nos marcó la organización de los carnavales en Carhué, que tuvieron un éxito total; y fue importante fundamentalmente por la experiencia que adquirimos, porque no hay que olvidar que el promedio de edad de la gente que estaba en la organización, era de 17 ó 18 años. Y eso fue inolvidable tanto para nosotros los referentes como para los chicos, que eran los que más tiraban del carro”.

Subrayó enseguida que “en lo personal, la murga fue lo que más me ha marcado como individuo, porque desde muy chico me encontré tomando decisiones, a veces buenas, y otras no tanto, pero la realidad es que me ha formado como persona, y ha sido una de las experiencias más importantes de mi vida”.

En referencia al presente, Federico Uribe comentó que “de la misma manera que he recordado las cosas buenas, también voy a hablar de lo malo, y haré una especie de autocrítica. El presente de la murga es una cuestión que tiene que ver con lo estrictamente personal; y está relacionado con no haber entendido en su momento cómo delegar. Con el correr de los años, me he dado cuenta que me cuesta mucho hacerlo de la manera correcta. Por esa razón, o por ese error que he cometido como cabeza de grupo, hoy estamos pagando las consecuencias. Y en el presente, cada tanto nos juntamos como para encontrarnos y divertirnos en el marco de lo que nos gusta, pero es más una cuestión de nostalgia y de apego que por una cuestión artística”.

“Eso es así tanto para nosotros como para la gente. Nos pasó el año pasado cuando nos presentamos, y observamos muchas personas llorando emocionadas por volver a vernos. Lo que generó eso no fueron mis patadas, que hoy no sobrepasan los 20 centímetros, sino ver la murga otra vez”, aseguró.

Para terminar, y sobre un posible futuro retorno a la intensa actividad que caracterizó a Gambeteando la Violeta, Federico Uribe puntualizó que “es un objetivo que siempre está. Hemos tenido algún intento ya, pero no lo hemos logrado. No obstante, ojalá que aparezca alguien que tenga intenciones y ganas de tomar la posta, porque será más que apoyado por nosotros, sin duda alguna”.

“Por el momento, nos resta agradecer a todos los que nos han bancado, y mucho, desde que tengo uso de razón. Siempre se nos han abierto todas las puertas que hemos golpeado, y nunca se ha interpuesto un pero. Y tal vez, en algún punto eso ha sido un mérito nuestro, que permanentemente intentamos ofrecer un producto convincente”, finalizó el mentor de la murga carhuense que ha hecho historia y seguramente seguirá haciéndola. (Cambio 2000)

LA MURGA, EN LOS CARNAVALES DE CARHUÉ 2019. El año pasado Gambeteando la Violeta se presentó en la Fiesta del Turismo Termal. Y también estará este año. (Fotos: Cambio 2000 y Facebook de Murga Gambeteando la Violeta)

Categorías