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La escritora María Rosa Lojo brindó la atrapante conferencia Imaginar la historia – Reconstruir la memoria, ante una Casa de la Cultura colmada de gente

La actividad, organizada por la Biblioteca Aurelia Ferreyra de Levalle del HCD local, fue propuesta con el objetivo de lograr mayor apertura a la comunidad; y el público lector, respondió.

MARÍA ROSA LOJO. La escritora habló en exclusiva con Cambio 2000.

CARHUÉ (Cambio 2000).- La sala principal de la Casa de la Cultura de Carhué se vio colmada el viernes 5, por el público que se plegó a la propuesta de la Biblioteca Aurelia Ferreyra de Levalle del Concejo Deliberante, cuyo eje fue la conferencia Imaginar la historia – Reconstruir la memoria, que ofreció la escritora María Rosa Lojo.

La actividad, de carácter libre y gratuita, que fue pensada para dar una apertura a la comunidad de la biblioteca organizadora, dio inicio con palabras de bienvenida a cargo del vicepresidente 1° del HCD local, Facundo Montenegro, así como se dio lectura a la resolución declarando a la conferencia de Interés Legislativo Municipal. 

“Cuando se producen este tipo de encuentros, a la gente le interesa mucho saber cómo empecé a escribir, por qué, cómo son las rutinas literarias, si son fijas o móviles, cómo se me ocurre una historia, cómo se empieza, qué hago cuando me bloqueo, a qué recurro para salir de esa situación, qué libros míos me gustan más; y esas preguntas son las que en general, se repiten siempre, tanto en las charlas con adultos como en las que doy en las escuelas”, dijo María Rosa Lojo a CAMBIO 2000, previo al inicio de su conferencia en Carhué.

“Algunas de esas preguntas puedo contestar, y otras no tanto, porque cuando me hacen elegir el libro de mi preferencia, siempre digo que el que más me gusta es el último que escribí, porque es donde estuve poniendo toda mi pasión del último momento, pero todos tienen una razón de ser, y en todos puse lo mejor”, expresó.

“La literatura es un trabajo, pero también una pasión, porque de lo contrario, no se hace; no es algo que recomiende a nadie para intentar vivir de ello, porque es casi imposible hacerlo en base a derechos de autor, salvo que seas una celebridad internacional comercial; y ni siquiera creo que sea aconsejable querer vivir de la escritura, porque nos pone en una situación de enorme dependencia con respecto a modas, o a gustos que no manejamos, que son los de un público del que desconocemos qué quiere, y tal vez no guste de lo que escribimos, pero sin embargo, vale la pena seguir escribiendo”, puntualizó Lojo.

SALÓN COLMADO. Una gran concurrencia asistió a la conferencia de María Rosa Lojo.

“La mayoría de los escritores tenemos siempre otra profesión, generalmente conectada, como en mi caso, que he sido docente universitaria e investigadora del CONICET, de manera que hay muchos vasos comunicantes entre mi trabajo y mi pasión”, destacó la escritora.

Asimismo, la autora de títulos como Canción perdida en Buenos Aires al Oeste, La pasión de los nómades, Colección Voces del Plata, La princesa federal, Una mujer de fin de siglo, Las Libres del Sur,  Finisterre, Árbol de familia, entre otros, señaló que “ahora que me acabo de jubilar del CONICET, uno de los motivos por los cuales decidí justamente hacer giras, encuentros y viajes con más frecuencia, es porque creo que falta el eslabón intermedio entre los escritores que estamos encerrados en nuestros escritorios, las investigaciones especializadas, lo que se sabe en determinados circuitos, y la sociedad. Me parece que esa intermediación falta, y los especialistas e intelectuales tenemos que hacer el esfuerzo de transmitirlo”.

Dijo que “hay que ir a buscar a los lectores, que a veces no saben cómo hacer para encontrarse con la literatura, porque tampoco el sistema de mercado vigente lo está permitiendo mucho. En los grandes centros urbanos, es más fácil, pero por ahí, en el interior del país, donde hay inquietud intelectual, bibliotecas y gente interesada en la literatura y la cultura, es muy difícil conseguir esos bienes culturales, y menos la presencia de las personas que los producen; por lo tanto, ese es uno de los grandes motivos por los cuales, accedo a dar este tipo de conferencias como la que ofrezco en Carhué hoy”.

“Soy defensora de estos hermosos motivos de encuentro, para que la menor cantidad de personas se quede afuera de los hechos culturales, porque la gente tiene interés, existen los lectores, y en Buenos Aires sobran espacios como el que se está dando en esta oportunidad, mientras que aquí, sin duda, faltan”, aseguró.

PROPUESTA LITERARIA. La escritora fue invitada por la Biblioteca Aurelia Ferreyra de Levalle del Honorable Concejo Deliberante de Adolfo Alsina.

“A ello hay que sumarle que a mi interesa mucho conocer otros lugares de mi país, y encontrarme con nuevos lectores, porque los libros no existen hasta que son leídos; el libro en un estante o en un cajón, no sirve para nadie; existe cuando un lector lo despierta o lo llama a la vida; y para eso vengo”, subrayó.

“Disfruto mucho de este tipo de encuentros”

Más adelante, y en referencia a los títulos que elige para sus conferencias, María Rosa Lojo precisó que “esos títulos se han ido dando por un juego de demanda, de ida y vuelta; a lo largo de mi vida de escritora y académica, hay temas que han interesado, sobre los cuales he trabajado; y también hay pedidos que me hacen. Tengo muchas cosas elaboradas que además voy actualizando siempre; y en este caso particular, he presentado a la bibliotecaria Belén, una serie de propuestas para que comparta con los concejales, y eligieron la temática más general”.

FACUNDO MONTENEGRO. El vicepresidente 1º del HCD tuvo a su cargo las palabras de bienvenida.

“La primera vez que di esta conferencia Imaginar la historia – Reconstruir la memoria, fue en una edición pasada de la Feria del Libro de Buenos Aires, justamente en un encuentro de promoción de la lectura para formadores de lectores, en la que participaron muchos docentes. También la he dado en la Feria del Libro Infantil y Juvenil, y en universidades; y de acuerdo al ámbito en el que estoy, las conferencias son más especializadas o más generales. En este caso es general y abierta”, señaló la escritora.

María Rosa Lojo apuntó luego que “disfruto mucho este tipo de encuentros; no todos los escritores tienen vocación comunicativa; yo sí la tengo; además he sido docente muchos años, y dar estas charlas es una forma más de narrar”.

“Me agrada rastrear a los pueblos originarios como cofundadores de la nación Argentina, porque fueron sujetos históricos y políticos, siempre, desde que puso el pie Sebastián Gaboto en el primer asentamiento español en el Río de la Plata, en el Fuerte de Sancti Spirítus, hubo relaciones de todo tipo con los pueblos originarios, de guerra, pero también parlamentos, intercambios y mestizaje; la imagen de la guerra no es la única que debiera quedarnos porque hubo muchas otras relaciones, y justamente eso es lo que he tratado de descubrir como escritora e investigadora, y plasmarlo en mis libros, así como lo hago con la temática de las mujeres”, puso de relieve.

“A propósito de ello, en Carhué he estado visitando la Casa de la Fortinera, rememorando lo que fue la vida de esas mujeres, no nombradas en los libros de historia, que sin embargo se iban a los fortines, a la guerra, con maridos, hijos chicos, y servían de consuelo y sostén; hacían de todo, y si había que pelear, peleaban. Y la Argentina está llena de esas historias anónimas, que desde lo personal voy recogiendo por todos lados”, dijo.

“Por eso me he dedicado tanto a la vida de los hermanos Mansilla, Lucio y Eduarda, que ha sido una escritora pionera, brillante, de la cual la gente sabe poco y nada; y lo elijo para hacer referencia a ellos, como en este caso, porque ellos han estado en los centros de poder, según el mundo de la época, pero también estuvieron tierra adentro, interesándose por los indios, los gauchos y las raíces; eran gauchos y cosmopolitas, ambas cosas, y representaban una Argentina más allá de las dicotomías que en general nos han hecho tanto daño, para vernos completos, como un país complejo, con muchas facetas, poliédrico; y la Argentina es un país muy interesante, lleno de relatos singulares y fascinantes, que generan un mundo en el que yo he quedado presa”, dijo para finalizar María Rosa Lojo. (En la foto de portada, María Rosa Lojo junto a la bibliotecaria María Belén Román)

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