|  

Hipertensión: ¿el dolor de cabeza es síntoma? ¿los nervios son la causa? 20 respuestas a mitos y dudas frecuentes

En Argentina, más del 30% de los adultos viven con presión arterial alta. Alzheimer y demencia: en qué se diferencian y a qué apuntan los tratamientos, en 8 preguntas a un experto.

«Me duele la cabeza y la nuca, debo tener la presión alta». «A mí me sube por los nervios, me tranquilizo y seguro se me pasa». «Con cuidarme un poco durante un tiempo, la bajo». «Siempre tuve la presión alta y nunca me pasó nada, no es grave».

Sobre la hipertensión se habla mucho, pero se controla poco. Y no siempre todo lo que se dice, se escucha -y hasta se lee- está alineado con la evidencia científica. A veces hay dudas, otras desconocimiento y en algunas ocasiones simplemente se reproducen mitos.

Y eso es un problema, sobre todo si se tiene en cuenta que en Argentina casi 4 de cada 10 adultos viven con hipertensión, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.

«Casi un 40% de los hipertensos no saben que lo son y del 60% que tienen diagnóstico más de la mitad está tratado y no está bien controlado. Con lo cual, la primera reflexión es que solamente dos de cada 10 hipertensos tienen su presión arterial bien controlada», sostiene en diálogo con Clarín Marcos Marin, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA).

«Y si tenemos en cuenta que la hipertensión arterial en los países de ingresos medios es la principal causa de mortalidad prematura, la primera causa de ACV y discapacidad y la segunda de infarto, claramente hay poca conciencia de la gravedad de este tema», suma en relación a la importancia de informar y despejar dudas y mitos frecuentes.

Según Marin, que es coordinador de la campaña Conoce y Controla de la SAHA, el mal control de la hipertensión y el bajo conocimiento respecto de sus consecuencias que eso tiene responde a causas multifactoriales, con responsabilidades compartidas entre el sistema de salud, la comunidad médica y los propios pacientes.

En primer lugar, menciona la falta de acceso a la atención que sufren algunos sectores. «Muchas personas ni siquiera llegan al sistema de salud», lamenta.

Pero en los que sí llegan y están tratados,»nos cuesta a nosotros como especialistas entender por qué no están bien controlados», reconoce.

En esos casos, identifica cierta responsabilidad de profesionales de la salud que mantienen una conducta denominada «inercia terapéutica».

Al respecto, dice que «la mayoría de nuestros pacientes hipertensos está tomando una sola droga, cuando la mayoría de los estudios de intervención realizados para demostrar el beneficio del tratamiento antihipertensivo y para lograr un control de la presión arterial -es decir, valores por debajo de 14/9- muestran que deberían estar tomando entre dos y tres drogas».

En tercer lugar, menciona la falta de adherencia de los pacientes. «Como en toda enfermedad crónica, al año o a los dos años, muchos abandonan el tratamiento».

¿Las razones? La hipertensión no suele provocar síntomas, por lo que los beneficios de tener la presión controlada no se observan en lo inmediato.

«Lo que logra el tratamiento es prolongar la vida, que no es menor», subraya Marin, que es uno de los directores del Consenso Argentino de Hipertensión Arterial, elaborado en conjunto por la SAHA, la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Federación Argentina de Cardiología (FAC).

  • ¿Cómo se diagnostica la hipertensión?

—El diagnóstico es muy sencillo. Lo único que tenemos que hacer es medirnos la presión arterial de manera correcta con un aparato automático y validado y realizar varias mediciones.

Si el promedio de esas tomas está por encima de 135/85, estamos casi en condiciones de decir que una persona tiene hipertensión arterial. El médico lo confirmará en el consultorio o con la indicación de un monitoreo ambulatorio de la presión arterial.

  • ¿Cada cuánto tiempo un adulto hipertenso debería controlar su presión?

—El concepto debe ser que todo paciente hipertenso tiene que tener su presión arterial controlada. Con cada cambio de estación, lo ideal sería que el paciente vaya al médico y él le mida la presión arterial en dos o tres mediciones en la misma consulta.

A veces, el profesional se tiene que ayudar de otra herramienta que es el monitoreo domiciliario de la presión arterial. Es correcto hacerlo cuatro días seguidos, dos tomas por la mañana y dos por la noche y sacar un promedio.

Esto habría que repetirlo cada tres meses y la presión del paciente debe estar siempre por debajo de 135/85. Esa es la mejor manera para saber si un hipertenso está bien controlado.

  • ¿La frecuencia de control se modifica con la edad y la presencia de comorbilidades?

—La prevalencia de hipertensión claramente aumenta con la edad (y en consecuencia la necesidad de mayor control). Es una enfermedad que a los 5-10 años afecta apenas al 3%, a los 40 años al 20-25%, pero los 70 años se presenta casi en el 70%.

O sea, el factor más importante que determina la hipertensión arterial es la edad, con los años aumenta la prevalencia. Hay otras comorbilidades, como la enfermedad renal crónica, la obesidad, son factores que en general se asocian más a la hipertensión arterial.

(N. de E.: Hace días, PAMI lanzó un nuevo servicio para que las personas afiliadas que están en tratamiento para la hipertensión puedan tomarse la presión una vez al mes de manera gratuita en cualquiera de las farmacias donde retiran sus medicamentos y que forman parte de la Red PAMI en todo el país, presentando la Credencial PAMI y el DNI.)

  • ¿Se puede bajar la presión arterial de personas hipertensas solo con hábitos saludables?

—Los hábitos saludables son fundamentales (comer con menos sal, hacer actividad física, mantener un peso adecuado, tener cuidado con el alcohol, no fumar), pero en general son complementarios al tratamiento farmacológico.

En el algoritmo terapéutico propuesto por el proyecto Hearts, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cuando se detecta que la persona tiene por encima de 140/90 se indican las dos herramientas: el tratamiento no farmacológico (los hábitos saludables) y farmacológico (un comprimido que contiene dos drogas en bajas dosis).

  • ¿Cuál es más importante: el tratamiento farmacológico o el no farmacológico?

—Es algo muy difícil de responder. Definitivamente son complementarios. Yo conozco muy pocas personas que tienen hipertensión controlada solamente con el tratamiento no farmacológico. Son hipertensos muy leves, muy lábiles, que quizás sacando el consumo de sal, haciendo actividad física, pueden mantener niveles normales de presión arterial.

La gran mayoría de los hipertensos requiere un tratamiento farmacológico importante, inclusive con dos drogas -en un solo comprimido, para mejorar la adherencia-. O sea que las dos cosas son importantes.

A mis pacientes siempre les digo que saquen la sal de la mesa y que traten que el consumo de alimentos salados sea muy esporádico. No es real que una persona hipertensa no pueda comer una porción de pizza, un sandwich de miga o un pancho de vez en cuando. Pero no debe ser la comida de todos los días.

  • ¿Se puede pausar o abandonar el tratamiento cuando la presión está controlada?

—Definitivamente no. Eso es un mito. Esto es una enfermedad crónica, de por vida, y si bajó la presión arterial fue porque cumplimos con hábitos saludables y estamos tomando la medicación. Cuando dejamos de tomarla, en pocas semanas la presión vuelve a su estado habitual.

La excepción se da en personas muy mayores (de 85 años en adelante), más frágiles, que fueron hipertensas durante mucho tiempo y cuando llegan a esa edad hay que empezar a desprescribir. Recién en esa instancia se empieza a evaluar bajarles un poco la medicación porque es justamente en estas personas ancianas y frágiles donde bajar mucho la presión es más riesgoso.

  • ¿Es aconsejable automonitorearse la presión en casa?

—Creo que tener un tensiómetro automático en la casa puede ser muy bueno. Solo en algunos pocos casos puede ser malo, básicamente en las personas más obsesivas, que estarían midiéndose a presión todo el tiempo.

Pero en líneas generales, tener un tensiómetro automático validado es muy importante. Así como en la época de covid mucha gente salió a comprarse un saturómetro -con el que hoy no sabe qué hacer-, el tensiómetro sirve para toda la familia y para toda la vida. Si en la familia hay hipertensos, padres, abuelos, tíos mucho más. Es una herramienta muy útil.

Hipertensión: mitos y preguntas frecuentes 

En el Rincón del Hipertenso, la sección que el sitio de la SAHA dedica a la información a la comunidad, especialistas reunieron otros 10 mitos y dudas frecuentes que reciben con frecuencia en los consultorios. A continuación, uno por uno y sus respuestas.

¿Si tomo medicamentos para la presión voy a tener dificultades sexuales?

No todos los medicamentos para tratar la hipertensión pueden provocar disfunción eréctil, de hecho la presión arterial alta puede provocar este compromiso como daño orgánico. En los casos de efecto colateral de algún medicamento debe consultarlo con su médico.

¿Si hago dieta sana y ejercicio puedo mejorar mi hipertensión?

Para mejorar la hipertensión se debe seguir un régimen higiénico dietético: comer despacio, comida liviana, baja en sal y en calorías. También hay que hacer ejercicio aeróbico liviano como caminatas, bicicleta, o trote suave, siempre teniendo en cuenta el paciente y su peso.

Es preferible hacer un ejercicio prolongado en tiempo, con una intensidad de baja a moderada. Otros hábitos beneficiosos son no fumar, no tomar alcohol ni café en demasía y tratar de evitar situaciones de estrés.

¿La hipertensión se puede transmitir de generación en generación?

Si bien no es correcto decir que la hipertensión es hereditaria, la carga genética es fundamental. Los antecedentes familiares determinan el principal factor de riesgo para tener hipertensión arterial.

¿La hipertensión produce agrandamiento del corazón?

La hipertensión obliga al corazón a trabajar con más intensidad. Como todo músculo muy usado, el corazón aumenta de tamaño. Cuanto más grande es el corazón, menos capaz es de mantener el flujo sanguíneo adecuado. Cuando esto sucede, uno se siente débil y cansado, no puede hacer ejercicio ni realizar actividades físicas. El corazón ha comenzado a fallar ante el esfuerzo. Sin tratamiento, la insuficiencia cardíaca seguirá empeorando.

¿Para calcular la presión máxima normal de una persona, se debe sumar la edad más 100?

Falso. Para empezar, se trata de una afirmación totalmente arbitraria y sin correlación real. Se define hipertensión arterial a todo valor igual o superior a 140/ 90 mmHg desde los 18 a los 80 años.

¿La hipertensión arterial se cura?

No. La hipertensión arterial se padece de por vida, pero gracias a un estilo de vida sano, manejo adecuado de medicamentos y controles médicos periódicos, un paciente hipertenso puede mantener una vida completamente normal.

¿Mi hipertensión es nerviosa?

Falso. En el 90% de los casos la hipertensión arterial es primaria, es decir, no se identifica ninguna causa. Puede ser provocada por un desorden, en el cual ejercen influencia los antecedentes familiares, la vida sedentaria, la ingesta de sal, el ambiente y el estrés.

Por lo tanto, la hipertensión es una enfermedad, no es producto simplemente de los nervios. Muchas personas nerviosas y estresadas no son hipertensas.

¿El dolor de cabeza y de nuca pueden ser los síntomas?

Lo principal es entender que generalmente la hipertensión arterial es asintomática, y es muy importante tener en cuenta que no se deben esperar síntomas. La única manera de saberlo es controlarse la presión arterial.

Puede haber tres síntomas que preocupen a los pacientes:

1) El dolor de cabeza: en general responde a otras patologías no dependientes de la presión arterial. Aunque a veces puede coincidir con la hipertensión arterial.

2) La hemorragia conjuntival (el ojo rojo): habitualmente no corresponde a cifras de presión arterial elevadas.

3) El sangrado de la nariz: generalmente está asociado a una debilidad de un vaso interno de la nariz, en algunos casos coincide con cifras de presión arterial elevadas.

¿Se pueden juntar la presión arterial máxima con la mínima?

Es imposible que la presión arterial mínima iguale a la máxima, ya que la sístole cardíaca (contracción del ventrículo izquierdo) es muy parecida a la presión sistólica del ventrículo izquierdo y maneja normalmente valores entre 110 y 130 mmHg; mientras que la presión arterial mínima o diastólica está relacionada con la diástole cardíaca (relajación del ventrículo izquierdo) que es de alrededor de 70 u 80 mmHg.

¿Sólo puedo tener hipertensión después de los 40 años?

No. Si bien es más frecuente después de los 40 años, las estadísticas indican que cada vez hay más jóvenes y niños que sufren hipertensión arterial. (Clarín)

Categorías