|  

El avión experimental Fácil, fabricado por Pilila Avondet y Eduardo Roth, ya está en el Aero Club, aguardando el momento del vuelo inaugural

ETIENNE Y PILILA AVONDET, JUNTO A EDUARDO ROTH. Detrás, el avión, cuando solo era una estructura de caños.

CARHUÉ (Cambio 2000).- Desde hace casi tres semanas, en el Aero Club Carhué se encuentra hangarado y listo para su vuelo inaugural, el avión experimental Fácil, que adquirieron y ensamblaron los pilotos locales Walter Pilila Avondet y Eduardo Roth.

Un conjunto de caños y piezas que les fueron entregados por el diseñador del avión, Miguel Scheinin, hace un año y medio al momento de la inversión, es hoy ya una aeronave que espera surcar el aire por estos días.

Sobre la experiencia vinculada a la fabricación de un avión propio, Pilila Avondet dijo que “hace unos pocos años me recibí de piloto, y hace más de 25 que hago aeromodelismo, con lo cual siempre dije que me iba a hacer un avión. Al mismo tiempo, mi hijo más chico, Etienne, también se recibió de piloto en diciembre pasado, y piensa seguir la carrera. Fueron varias las cosas que coincidieron como para pensar ahora en el avión, ya que justamente contábamos con algún dinero que nos quedó de una operación inmobiliaria y repartimos entre la familia”.

“Con todo ese bagaje a cuestas, le comenté a mi esposa Norma la posibilidad de encarar la compra del avión, porque teníamos conocimiento de que en General Rodríguez, Miguel Scheinin, tenía una fábrica de aviones experimentales diseñados por él; un emprendimiento nacional, en el que el avión se adquiere en forma de kit, y se denomina Fácil, donde vienen las alas, el fuselaje pelado, y demás piezas”, expresó.

“Casi todo en aviación es importado, en dólares, y por ende caro para nosotros; esto no tanto, porque hablamos de piezas fabricadas en el país, con lo cual veíamos como posible adquirir ese kit de armado que devendría en nuestro avión. Con esa idea decidimos ir a General Rodríguez, a ver el emprendimiento, el avión, y analizar las posibilidades de poder encarar la compra”, señaló.

“En esa ocasión -continuó-, invité a Eduardo Roth, que también es piloto, y un sábado por la mañana, en familia, partimos para Rodríguez, donde pudimos encontrarnos con Scheinin”.

“La idea era poder encarar la compra de manera personal, y construirlo en etapas; pero Eduardo se entusiasmó con lo que pudimos ver allí, y charlas mediante, dieron como resultado afrontar la compra entre los dos, 50% cada uno, aunque la que llamo mi mitad en realidad es de Etienne, porque corresponde a la parte que a él le tocó tras esa operación inmobiliaria que repartimos entre nuestros hijos; pero de mi parte puse el trabajo, y las ganas de ver cristalizado ese proyecto”, destacó.

“Ya está en el Aero Club”

EL AVIÓN EXPERIMENTAL FÁCIL. Fue fabricado en Carhué y pronto realizará su vuelo inaugural.

“Hace 18 meses que venimos trabajando, y el viernes de la semana pasada, en una unidad de las que se utilizan para los auxilios mecánicos, ya lo llevamos al Aero Club, porque al armado lo llevamos adelante en un hangar que nos cedió Bruno Pazos, a quien agradecemos, lo mismo que al Aero Club, donde se encuentra actualmente el avión”, expresó.

“Ya lo hemos probado y lo hicimos levantar un poco, porque el compromiso de quien nos lo vendió es que él mismo viaje para controlarlo previamente, y estar presente para el primer vuelo, aunque en Argentina ya hay una treintena de estos aviones volando, con lo cual, su funcionamiento está ampliamente probado”, sostuvo Pilila.

“Sabemos que se trata de un gusto medio oneroso, pero un objetivo y un desafío que me había trazado hace años; al mismo tiempo, a Etienne le sirve para hacer horas de vuelo, porque reitero, a él le interesa seguir avanzando en la carrera de aviación”, dijo.

“Eran sólo cañitos”

ETIENNE Y PILILA, JUNTO AL AVIÓN. “Ya lo hemos probado y lo hicimos levantar un poco «, contó Avondet.

Más adelante, Walter Avondet destacó que “cuando llegamos con el kit, que fuimos a buscar a Rodríguez y trajimos en un carro, veíamos sólo un montón de cañitos y piezas que fuimos ensamblando acorde a los planos que nos entregaron al momento de la compra; armarlo se hizo controladamente, y quien nos lo vendió está permanentemente abierto a consultas e indicaciones”.

“La parte electrónica y lo de tablero, lo hizo Eduardo, que es muy inteligente, y el resto fui haciéndolo personalmente; la parte de tapicería y demás, la mandamos a confeccionar, y al entelado lo hice yo, para luego pintarlo con un producto que se llama Dope, y del cual hay que pasarle 18 manos a pincel para que adquiera la firmeza de una chapa, prácticamente; el motor, es el de un auto que está aeronautizado, al que se le han extremado las medidas de seguridad”, subrayó.

“A cada parte que armamos, fuimos filmándola y fotografiándola, porque cada paso debe quedar registrado, ya que después debemos armar una carpeta con toda esa información, con vistas a que cuando venga la gente de ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) para la certificación del avión, podamos presentarla ante ellos. No ante quien nos lo vendió, porque el Fácil está incluido en lo que se denomina rama experimental”, aclaró el piloto y armador.

Avondet dijo a CAMBIO 2000 que “no fue una tarea sencilla, pero se hace con guías, con piezas listas para acoplar, e información de todo tipo; es diferente a lo que ha hecho gente de Rolón, quienes han fabricado un avión de un modo artesanal, de propia autoría, que también van a traer a Carhué, donde afortunadamente existe un Aero Club que, en la zona, es de los pocos que tiene tantas unidades, porque están el experimental de Bruno Pazos, el que acabamos de terminar nosotros, el que viene de Rolón, más cuatro aeronaves propias; un número que es difícil de encontrar en aeroclubes de lugares chicos como el nuestro”.

“Sólo pasión”

“Esto se trata solamente de pasión, de meter horas, investigar y averiguar, de viajar a ver otros terminados, como el que junto a Norma fuimos a ver a Saladillo; fueron meses de ahondar en aspectos relacionados a la aerodinamia, electrónica, mecánica y demás, pero movidos por el objetivo de lograr el sueño; ese que se cristalizará seguramente en unos días, apenas sea posible que Miguel Scheinin pueda ingresar a Carhué, y podamos volar; aunque sabemos que funciona, porque ya lo hicimos levantar a un metro del piso aproximadamente, a más de 100 Km., con Etienne pilotando y yo asistiendo, en una especie de mini prueba”, finalizó Walter Avondet.

Categorías