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La Aduana realizó un operativo sobre exportadores de maíz partido, soja desactivada y aceites-mezcla.
La Aduana y la Dirección General Impositiva (DGI) detectaron “cerealeras truchas” que exportaron y no ingresaron las divisas al país. En este sentido, se descubrió que al menos 15 firmas realizaron este tipo de maniobras.
El organismo del Estado informó que estas firmas facturaron 51 millones de dólares, mientras que solo se ingresaron 3 millones de dólares. “El plazo de liquidación está vencido- y el 94% de lo exportado no fue ingresado al Banco Central”, aclaró la Aduana.
Estas empresas se dedicaban a la exportación de maíz partido, soja desactivada y aceites-mezcla, caracterizados por el incremento exponencial de los valores exportados.
La información oficial indicó que la mayoría de la exportación era utilizada como maíz partido. Esto se debe a que se encuentra fuera del sistema de precios oficiales.
“Lo que llamó la atención de estas operaciones, fue la relación desproporcionada entre las exportaciones y la capacidad económica y financiera de las empresas, que mostraban distintos puntos en común”, argumentaron en un comunicado. El informe arrojó que ninguno de los operadores analizados cuenta con capacidad financiera operativa ni acorde a los volúmenes exportados.
Otro punto de inconsistencia que se encontró fue que un porcentaje importante de los destinos son registradas ante la misma aduana del partido de Campana. Al mismo tiempo, se corroboró que muchas de las empresas analizadas están en la Base de Firmas Apócrifas.
Cerealeras truchas
Tras este episodio, la Aduana-AFIP realizó la denuncia que está investigando el Juez Federal de Campana, Adrián González Charvay. A raíz de esta situación se ordenaron 80 allanamientos. Informaron que se encontraron computadoras, discos rígidos, documentación y dos armas de fuego.
En este sentido, el director general de Aduanas, Guillermo Michel, comentó “La Aduana tiene como responsabilidad asegurar que todos los exportadores operen en igualdad de condiciones, evitando maniobras irregulares que afecten las reservas del Banco Central. Los dólares son para la producción y el trabajo argentino, no para la especulación financiera”.
Por su parte, la investigación arrojó que las empresas carecerían de solvencia para afrontar las operaciones de comercio exterior. “Demuestra que detrás de toda la estructura formal existirían uno o más exportadores ocultos, cuya identidad no fue develada por el exportador aparente”, aclararon desde la Aduana. (Sudoeste BA)
